La desigualdad es el principio de esta pandemia, su final no será posible si no la observamos. Los niveles de avance de vacunación en la Amazonia y los pueblos más olvidades del Ande peruano nos muestran que el Estado trabaja más de cerca para las ciudades que para el campo, y que nuevamente esta situación generará un efecto que implicará mayores problemas para todos.
Las variantes del COVID19, surgen como producto de la desigualdad, las vacunas no se aplican por igual y las mismas patentes son por sí mismas una muestra que la humanidad no ha entendido que estamos tratando de llegar a un hoyo más hondo del que ya hemos cavado juntos.
Aquí algunas cifras del avance de la vacunación en Perú:
https://data.larepublica.pe/avance-vacunacion-covid-19-peru/
Según información de análisis de datos del diario La República:
Puno, Madre de Dios, Loreto y Ucayali son los departamentos con menos avance de la inmunización.
En la evaluación por distritos del propio Ministerio de Salud, también podemos ver una tendencia a que la población con menos acceso y sobre todo la Amazónica, es la que menos avances en inmunización presenta:
https://www.minsa.gob.pe/reunis/data/vacunas-covid19.asp
Aún tenemos mucho por entender para “incluir” a todos los ciudadanos en equidad.
Foto de portada: Diario El Peruano.