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 Mediante un pedido de acceso a información, se pidió al MINSA, información que tuviera, sobre la atención a la población indígena. De esta, podemos resaltar la tabla 3, que nos indica información del 2023, haciendo notar, la gran demanda de atención de esta población sobre su salud.  (para revisar informe de notas y gráficos completos visitar: Apuntes y preguntas sobre discriminación – Instituto Paz y Esperanza

Solo en el año 2023, el Ministerio de Salud (MINSA) indica haber atendido y realizado atenciones a más de 147,587,677 personas que han referido una pertenencia étnica determinada, aunque, incluye población mestiza, que es la gran mayoría. De esta, más de 8 millones de atenciones, sí están referidas a población perteneciente a algún pueblo indígena.

Fuera de la población del Pueblo Quechua del Ande y de población indeterminada, el pueblo que más destaca en atenciones es el pueblo Awajún, luego el Ashaninka, luego el Kichwa, luego Achuar, luego Shawi. El patrón más alto de atención está en la población de 30 a 59 años y en su factor contrario, la población menor de 11 meses y mayores de 1 mes.

El medio digital e informativo, Salud en la Lupa, publicó un informe en noviembre 2023, recalcado lo que muchos sabemos, pero, en este caso, con datos actualizados y haciéndose algunas consultas básicas, entre las que podemos resaltar:

“¿Es posible tener servicios de salud con personal que se comunica en la lengua nativa de sus usuarios, que promueve el parto vertical, que valora la medicina ancestral y estudia la cultura de un pueblo para comprender mejor el origen de sus dolencias? Estas son características de los centros de salud acreditados en el Perú para atender con pertinencia cultural. Desde el 2019, solo el 1% ha superado esta evaluación.”

Para el caso de San Martín, aquí podemos ver los únicos espacios de atención en salud del Estado con pertinencia cultural, según cuadro creado por la misma institución con datos del Estado:

En el mismo informe se narra: ”Muchas veces, los profesionales de salud que van a trabajar por primera vez a una comunidad indígena -como los médicos y enfermeras serumistas- se enfrentan a una realidad para la cual no están preparados. “Su formación académica los prepara para asumir que la ciencia es el método para obtener verdades únicas sobre la salud, lo que impide que haya un intercambio de saberes con otras culturas, apunta el médico Oswaldo Salaverry, catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y exdirector general del Centro Nacional de Salud Intercultural del Minsa”.

En otras palabras, la principal inversión que debe planificar primero el Estado es en profesionales, las Universidades necesitan mallas curriculares y procesos de prácticas adecuadas para poder servir en medio de la población indígena. Sería ideal, que además estos profesionales pertenecieran a la zona donde se inserten para trabajar, sobre todo si son del mismo pueblo indígena pues, el conocimiento del idioma local es imprescindible.

Luego, es importante notar que, en las zonas de los pueblos indígenas, se necesita luz, telefonía e internet, para que el personal de los puestos y centros puedan conservar bien las vacunas, pero, también acceder a canales de comunicación para emergencias. Esto mismo también implica acceso a medios de transporte adecuados a la zona y mecanismos para traslados de emergencia establecidos y presupuestados.

De otro lado, es importante que tanto el Ministerio de Cultura como el Ministerio de Salud, puedan contar con interpretes reconocidos en cada pueblo, así como con información etnográfica básica sobre prácticas de salud, de modo que la información mínima de las prácticas culturales de cada pueblo por lo menos pueda estar documentada y accesible para los profesionales de salud en el país.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo para evaluar el acceso a servicios básico en las comunidades indígenas, la accesibilidad para la población indígena en el país es muy desigual.

Aquí algunos datos relevantes:

“…según el Censo del año 2017, solo 3 de cada 10 comunidades campesinas y nativas cuentan con escuelas de nivel secundario en sus territorios, mientras que, 6 de cada 10 comunidades no tienen un establecimiento de salud dentro de sus límites comunales.

De igual forma, la falta de servicios básicos de energía eléctrica, agua potable y desagüe impide el bienestar individual y colectivo de las personas indígenas. Las brechas de acceso a estos servicios son mayores al promedio nacional. Por ejemplo, el 16,3 %, el 26,4 % y el 40.4 % de la población que se autoidentifica indígena no cuenta con servicios de energía eléctrica, agua potable y saneamiento, respectivamente, en sus viviendas.

Es importante recordar que, en aquellas zonas donde predomina mayor presencia de personas indígenas, los gobiernos regionales y locales deben contemplar acciones para que la prestación de los servicios públicos se brinden con pertinencia cultural, con respeto a sus costumbres y lenguas originarias, así como considerando las necesidades particulares de la población a fin de superar las barreras geográficas y económicas que los afectan”, precisó Nelly Aedo, jefa del Programa de Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo.

En ese sentido, añadió que urge que todas las entidades públicas, tanto en zonas rurales como urbanas, adopten las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento de los “Lineamientos para incorporar el enfoque intercultural en la prestación de servicios públicos”, aprobado por el Decreto Supremo n.° 001-2023-MC, con la finalidad de reconocer las diferencias culturales que permitan construir relaciones de equidad e igualdad de oportunidades y derechos[1]

Nuevamente volvemos a los mismos hechos, sin inversión en personal y pliegos presupuestales que incluyan a esta población, sin una data clara en el propio Estado, esta situación de desigualdad seguirá así.

Las políticas del Estado deben ser diferenciadas en cuanto a cifras y estrategias, privilegiando sobre todo a la población en mayor situación de vulnerabilidad. Esto es clave para reducir las desigualdades.

Medir las desigualdades de accesibilidad por origen étnico es necesario para no discriminar. Si el Estado elude hacer un conteo constante, detallado y accesible de cifras que incluyan de forma particular a la población indígena, podremos ir midiendo en el tiempo si estas cifras cambian o no.

Por ahora contamos con data general, comúnmente nacional o regional, pero, es muy poco lo que se tiene a nivel de distritos y de los territorios de las propias comunidades indígenas.

Aquí otro dato para graficar esto:

“Regiones como Loreto, Puno y Cusco –que son las que concentran la mayor cantidad de comunidades indígenas– tienen entre 18 y 26 especialistas en salud por cada 10 mil habitantes, aun cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda tener 44,5 para lograr una buena capacidad de respuesta sobre la demanda de servicios de salud de la población. Asimismo, según el Censo Nacional 2017, solo el 32% de comunidades cuenta con establecimientos de salud, de los cuales 92% son postas sin personal médico”.[2]

¿Cuán accesible es la educación y la salud para cambiar estas cifras? Sin una educación y salud de calidad, estas poblaciones están destinadas a que esta situación no pueda revertirse pronto, más aún sin suficiente información detallada por cada zona en el país y accesible a toda la ciudadanía.

[1] https://www.defensoria.gob.pe/defensoria-del-pueblo-urge-garantizar-servicios-publicos-en-comunidades-indigenas-y-que-estos-tengan-enfoque-intercultural/

[2] https://elcomercio.pe/economia/opinion/comunidades-indigenas-en-el-peru-diversidad-desigualdad-y-pandemia-por-oswaldo-molina-noticia/?gad_source=1&gclid=Cj0KCQjw0ruyBhDuARIsANSZ3wpHQT6thGKt8YYRJDD8v-DzEuY5A-0TTe5CFowYtKEv7ht58pTNEAcaAqPeEALw_wcB

 

Para conocer los avances del Estado respecto al tema, revisar:

Plan de salud integral y fortalecimiento de servicios de salud con enfoque intercultural en el ámbito de los pueblos indígenas, originarios y afroperuanos para el año 2025

Descargar en: rm-080-2025-minsa

El Ministerio de Salud (Minsa) ha destinado una inversión superior a los 9,35 millones de soles para la atención sanitaria con un enfoque intercultural, dirigida específicamente a comunidades indígenas y poblaciones originarias del Perú.

El fondo aprobado se ejecutará a favor de las regiones de Loreto, San Martín, Madre de Dios, Ucayali, Amazonas, Cusco, Junín, Huánuco, Pasco, Cajamarca y Ayacucho, donde se registra un importante número de población indígena a nivel nacional.

Nota completa en: https://www.infobae.com/peru/2024/02/11/ministerio-de-salud-destina-s-93-millones-para-mejorar-la-salud-indigena-cuales-son-las-regiones-favorecidas/

 

 

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